Los ácidos Omega 3 se han relacionado con múltiples efectos potencialmente positivos para el organismo, dentro de los cuales destacan su efecto antiinflamatorio, disminución de triglicéridos, reducción discreta de la presión arterial y efecto antitrombótico
Reducen los triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre. Reducen el riesgo de desarrollar latidos cardíacos irregulares (arritmias). Disminuyen la acumulación de placa, una sustancia que comprende grasa, colesterol y calcio, que endurece y bloquea las arterias. Ayudan a bajar la presión arterial.